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En el interior y en una campa hay más decien contenedores con sustancias desconocidas. La DGA no sabe qué son, pero sostiene que no se da una situación de peligro para intervenir de urgencia y tramita sanciones a la empresa.
Una empresa abandonada de Quinto que hasta hace más de un año se utilizó para el reciclaje de envases industriales mantiene a la intemperie y en el interior de una nave parte de los contenedores que utilizó en su día. Esos recipientes solo están protegidos por una verja en mal estado, pero contienen -y en algunos casos vierten sobre el terreno- sustancias potencialmente tóxicas.
La firma -Contenedores de Aragón S. L.- estaba autorizada como gestor de residuos peligrosos, lo que permite pensar que los líquidos almacenados sin control podrían ser ese tipo de sustancias. A pesar de que admite que no sabe qué son, la DGA considera que los contenedores y su contenido no suponen un riesgo inminente.
«Se trata de residuos potencialmente peligrosos, pero según las inspecciones realizadas no estamos ante una situación de peligro que nos obligue a hacer una intervención de urgencia -sostuvo ayer la directora general de Calidad Ambiental, Pilar Molinero-. Los contenedores están dentro de las instalaciones y no nos consta que haya contaminación de suelos».
La nave está en el polígono El Bolar de Quinto, y empezó su actividad a principios de 2007. Poco antes, la empresa fue autorizada como gestor de residuos peligrosos con permiso para reciclar «envases que contienen restos de sustancias peligrosas o están contaminados por ellas». También se dio de alta como gestor de residuos no peligrosos que valorizaba «envases de plástico y metálicos».
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